Todo-sobre-Jose-Balmes

José Balmes: Todo sobre sus obras

José Balmes, desde niño, estuvo embarcado en una travesía. Nunca perdió su audacia. Su inquietud por lo nuevo movió constantemente las barreras de lo dictado. Mucho se ha escrito sobre la obra de José Balmes; uno de sus críticos más asertivos siempre fue el investigador Gaspar Galaz (GG), quien con mucho tino fue acercándose a la obra del artista chileno, durante todas sus etapas. “(Balmes) subvierte formas y colores, los informaliza; experimenta con tierra y arena, desafía los límites del cuadro. Pero, asimismo, no se extravía del mundo. La urgencia de lo social es más que una obsesión. Es su conciencia de que el arte influye y debe ayudar a cambiar el mundo”, explica Galaz.

En sus primeros años, José Balmes pensaba: “la pintura para nosotros ya no representa sino más bien presenta problemas puramente pictóricos, para que desde el trabajo de la pintura, podamos desarrollar nuevos caminos de investigación para fortalecer la autonomía del lenguaje. El lenguaje, y sus posibilidades, siempre fue una de las exploraciones más importantes en la que se encausó la obra del artista. 

Obras de José Balmes en Galería VALA «Aquí»

Asimismo, la mirada del Balmes siempre estuvo concentrada en el presente. “Casi no hay recuerdo ni remembranza. Los hechos que observa son demasiado dramáticos y no puede arrinconarlos en un olvido voluntario. No puede dejar que los acontecimientos que marcan sus existencia queden sin revelarse” nos explica GG.

Obras de José Balmes

Las obras de José Balmes siempre contienen una doble pregunta: la del cuadro como sistema y la pintura como lenguaje. En este artista, la capacidad de dibujar en directo sobre el soporte convive con la vitalidad pictórica y gestual; ambas organizan y estructuran el “imaginario balmeciano“.

JOSÉ BALMES – SIN TÍTULO, 1980 – Mixta sobre tela. 190 x 130 cm.

La propuesta de Balmes es el realismo metafórico que intenta construir un mundo simbólico, a través del cual profundizar y develar lo que hay tras las apariencias. Plantea una mirada real, efectiva y consistente del mundo. Efectivamente: estos son los modelos de nuestro artista: el paisaje natural, el paisaje urbano, el hombre, la mujer y, al mismo tiempo, aspectos del mundo que son tomados por el artista como material temático, como lo son la tierra, el pan, los derechos humanos, los atropellos a la dignidad del ser humano y también todos aquellos acontecimientos que impactan en la conciencia humana.

“Desde la metáfora le da un significado universal a temáticas particulares o regionales”, sentencia GG.

Pinturas de José Balmes

El trabajo de José Balmes -según GG- se puede entender como el pivote entre un mundo y otro, en torno a la pregunta por el lenguaje: es decir, el movimiento giratorio que existe entre los conceptos de “cuadro” y “pintura”. Resulta necesario, entonces, dilucidar el tema de la extensión de la pintura más allá del soporte bidimensional, esto es que el cuadro no es la pintura.

¿Quiéres adquirir una obra de José Balmes? Clickea «Aquí»

El cuadro como espacio regulado sin puntura parece no tener sentido, pero la pintura como gesto, como mancha, como signo, como repertorio figurativo, puede existir fuera de él. Esto Balmes lo entendió desde un comienzo y sobretodo en las últimas décadas de su existencia cuando prolongó los más complejos procedimientos fuera del cuadro en los que cajas de cartón, enormes cajas de embalaje, fueron soportes ineludibles de un maestro. Lo que sí importa es, entonces, que la pintura debe tener siempre un soporte, cualquiera que este sea.

JOSÉ BALMES – LES SIGNES, 1977 – Mixta sobre tela. 195 x 195 cm.

La relación entre imagen y modelo al anterior cuadro se va deshaciendo de manera muy rápida en la pintura de José Balmes. El ilusionismo pictórico es puesto en crisis. De este modo, Balmes y otros artistas de Signo llegan prácticamente a una abstracción matérica: a la suspensión del ícono. Muy pronto llevarán los objetos al interior de la pintura y, por lo tanto, al cuadro.

Su pintura informalista implica un discurso siempre en vías de producción; es decir, un permanente análisis de los medios con los que trabaja. Esto significa que la pintura se sigue pensando, se sigue activando como si fuese una instancia poética, centrando sus discursos en una semiótica de lo pictórico o intentando independizar potencialmente la invención de la pintura como significante.

Dibujos de José Balmes

Para GG, el dibujo en Balmes es la herramienta que sustenta toda la gestualidad y espontaneidad del trazo pictórico y gráfico dentro del soporte. La relación de Balmes con el dibujo es intensa, tanto así que, a lo largo de su vida, llenó las páginas de cientos de croqueras de todos los formatos, como también cientos de dibujos-proyectos en servilletas, papeles cualquiera, cartones o las propias murallas del taller.

“Dibujar siempre. Es decir, caminar dibujando, conversar dibujando, o las horas y horas que en el taller le dedicaba a sus dibujos, a través de los cuales fijaba lo que le transmitía su imaginación”, explica Galaz.

JOSÉ BALMES – SIN TÍTULO, 1980 – Dibujo sobre papel. 73 x 103 cm.

Al dibujar, la mano de Balmes delimita; le pone medidas al color. Otras veces el dibujo atraviesa superponiéndose al color, pero también cuando la mano deja al carbón, independizándose de él, Balmes desdibuja la mano libre, borroneando sobre el soporte, manoseando el carbón que se corre y sede sus lineamientos, para convertirse también en mancha negra, gris o casi blanca.

Grabados de José Balmes

José Balmes también trabajó en la técnica de grabado. Obras que registran algunas de sus pintoras más importantes fueron trabajadas y producidas como serigrafías, las cuales posteriormente fueron intervenidas por el artista, una a una. Cada intervención es autónoma y hace de cada tiraje un set de piezas independientes entre sí.

JOSÉ BALMES – AHORA, 2012 – Serigrafía intervenida. 80 x 80 cm.

Los grabados de José Balmes sintetizan la fuerza y la dualidad de su obra general. Desde obras románticas hasta piezas fuertes y agresivas. Sus grabados componen una exploración distinta en su búsqueda por la definición del ser humano, su relación con el lenguaje y las experiencias del mundo.

José Balmes y el grupo signo

En Chile, las primeras preguntas sobre la vitalidad del género comenzaron en torno a 1960, con la aparición del grupo Signo (José Balmes, Gracia Barrios, Alberto Pérez, Eduardo Martínez Bonati); y, aunque a partir de ese momento se agudizó la pregunta sobre el estado de la pintura, durante las décadas siguientes y hasta la actualidad, no ha dejado de plantearse el cuestionamiento de ese lenguaje.

El grupo Signo, sobretodo José Balmes, propone como primera medida eliminar la representación del mundo como sistema y suplantarla por una acción directa, con los significantes más diversos, complejos y difíciles de entender en ese momento, constitutivos de una obra.

Las vanguardias en Chile

Se trabajará, entonces, sobre el plano de la tela o sobre soportes duros como madera, cartón latas. La acción directa de gruesos empastes o la adherencia de esa multiplicidad de significantes, hacen de la pintura informalista una de las primeras reflexiones en torno al problema que las atañe.

A partir de ahí, los 4 sintieron un ánimo de revisión, extendiendo una mirada al exterior y a lo que estaba pasando en Europa con el informalismo y en Estados unidos con el expresionismo abstracto. Sus telas empezaron a reflejar un cambio de lenguaje y fueron tomadas por el gesto, la mancha, y más tarde por las técnicas del collage y de elementos reales, y por la materia -esa mezcla de tierras, cemento y otros elementos con la que engrosaron y dieron relieve al paisaje de la contingencia-.

Importancia del Grupo Signo para el arte chileno

Siempre con una visión muy colectiva participan del Grupo de Estudiantes Plásticos.  José Balmes, junto a Gracia Barrios, Bonati, Alberto Pérez, Rodolfo Opazo, Gustavo Poblete y otros, son los que proponen, remueven y transforman los cimientos carcomidos del arte del siglo XIX y le dan un tiro de gracia al último bastión latinoamericano del arte moderno. Comienza con ellos a andar el arte contemporáneo chileno.

Asimismo, es importante destacar la lealtad y fidelidad que los 4 mantuvieron hacia sus ideales de un Chile mejor y hacia el descubrimiento de un hombre nuevo. Los problemas socio-políticos y los conflictos bélicos de la segunda mitad del siglo XX también se tomaron sus telas, y ellos han sido portavoces y narradores de una contingencia universal, acentuándose su denuncia a partir del Golpe de Estado de 1973 en Chile, que produjo un quiebre-país en todos los sentidos y que entre otros estancamientos y retrocesos, paró la reforma de la enseñanza y el desarrollo del arte contemporáneo.

José Balmes y Gracia Barrios

Una unión como la de José Balmes y Gracia Barrios no podía iniciar con otro puente: Van Gogh. Como contaron en diferentes ocasiones, Balmes y Barrios se conocieron gracias al interés mutuo por el pintor holandés.

En una entrevista, Gracia Barrios comenta: “Enrique tenía como 14 años y pintaba puras bataclanas, estilo Toulouse Lautrec. A mí, en cambio, me gustaba este amigo suyo, un catalán que seguía a Van Gogh, mi pintor favorito. Cuando nos conocimos, vimos que teníamos los mismos gustos y temas comunes”.

Desde allí, inicio una historia de amor de antología.

Obras de José Balmes disponibles en Galería VALA «Aquí»

JOSÉ BALMES – SIN TÍTULO, 1973 – Dibujo y tinta sobre papel. 110 x 77 cm.

En 1969 compraron la histórica Casa Quinta, en Ñuñoa, hogar el que vivieron toda su vida (incluso después de sus años en el exilio). Nunca renunciaron a este mítico lugar que sirvió de refugio para memorables veladas a fines de los 60, acompañados de amigos y compañeros de generación como Alberto PérezEduardo BonatiRoser BruNemesio AntúnezRicardo YrarrázavalRoberto Matta, y tantos otros.

Vivían y trabajaban juntos en completa armonía. Sin duda, esta pareja nacional recuerda a la unión de Diego Rivera y Frida Khalo. Amantes de la vida y el arte.

Balmes y Barrios participaron juntos en decenas de exposiciones. Ambos participaron en la fundación del Grupo Signo. Ambos son Premios Nacionales de Arte en Chile. Estos dos artistas se unieron en el amor y la belleza hasta la muerte.

¿Quién es José Balmes, el pintor chileno?

Balmes es pintura, trabajo del arte, puro quehacer plástico, suelto y espontáneo, pero de larga elaboración mental y de larga capacidad de análisis. La delimitación del borde y su anulación, el dibujo y el desdibujo, la mancha, la pintura y el borrón, el achurado como gráfica-pictórica, el límite y el desborde.

Vea las obras de José Balmes que tenemos disponibles en Galería VALA «Aquí»

Agregar un comentario

Su dirección de correo no se hará público. Los campos requeridos están marcados *