Rodrigo Cabezas experimenta por estos días una transición en el modo de abordar su pintura y en los motivos que la mueven. Siente que está cerrando una etapa repleta, entre otras cosas, de manchas y flores. “Adquirí fuerza pictórica porque practiqué harto”, reconoce.
Para acentuar esta sensación de cambio, hoy inaugura la exposición “Cabezas en VALA”, justamente en la Galería VALA (Holanda 2012). La colección reúne catorce piezas entre sus trabajos recientes y un breve adelanto de lo que vendrá el próximo año.
El grueso del montaje comprende obras basadas en los tests asociativos usados en sicología, repletas de colores difuminados entre figuras, manchones, goterones chorreados, rostros y cuerpos combinados en un desplome visual.
También hay cuadros que aluden a la tradición pictórica basada en motivos florales, pero que en vez de mostrar parajes o paisajes cubre telas con pétalos y follajes que refieren a las especies usadas en la elaboración de flores de Bach. A la pasada involucra otros componentes que tienen efectos sicoactivos que modifican las percepciones de los consumidores.
Pieles extendidas de animales, rostros humanos diseccionados y criaturas aladas forman parte de la selección que ofrecerá hasta fin de mes en la sala de Providencia. “Tiene que ver con la identidad, no solo nacional, y con el inconsciente. Un problema latente en nuestro cuerpo social es no saber bien quiénes somos. Por eso me interesan los temas asociativos, las simetrías y las apariencias de cosas sueltas, arguye.
-Hay mucha confusión dentro de las obras.
– Pareciera que pinto lanzando un tarro con pintura, pero es todo lo contrario. Soy super ordenado y maniático. Todo es preparado y planeo dónde cae cada mancha y ocupo el chorreo para ir disfrazando eso.
-Es una especie de caos controlado.
– Es un caos controlado que, yo creo, corresponde mucho a la realidad chilena. Nunca se sabe muy bien a qué atenerse porque no hay certezas de que funcione bien o de que una reunión comience a la hora en el que el trámite vaya a funcionar. No existe certeza y no por nada hay una prevalencia de enfermedades mentales. Otro problema es que estandarizamos mucho las cosas para poder sobrevivir a la sobrecarga de ruidos e informaciones.
Además del material sobre el test de Rorscharch, que con este montaje completa un extenso recorrido, Cabezas mostrará un proyecto que está en preparación y que planea estrenar el primer semestre del próximo año. “Me metí con rostros. Estoy haciendo arquetipos a partir de fotos o retratos hablados hechos por expertos criminalísticos, software de reconocimientos faciales e infografías sobre personajes”, enumera el autor.
Cabezas ejemplifica: “Si hablo de los inmigrantes, busco los lugares donde viven, pongo los mapas de esos lugares, las gráficas de los recorridos de esas personas, y con eso construyo una especie de retrato recargado visualmente que se parece en algo a la anterior etapa”. Entre los recursos adaptados como insumos se cuentan además gráficos, estadísticas y mapas de la erradicación de campamentos a mediados de los años ochenta.
Acá la nota directa desde el diario Las Últimas Noticias:
Texto de Fabían Lianca. Las Últimas Noticias.